
Aunque las noches santiaguinas se vuelven más frías, no hay razón para quedarse en casa y perderse una terraza única en la ciudad, con una gastronomía que seduce al paladar y una coctelería de autor que sorprende a cada sorbo.
Hay bares que destacan por su carta, otros por su diseño, y algunos pocos por la vista. En Luna Bar del AC Hotel Santiago se combinan las tres cosas. Basta subir hasta la azotea del edificio, en pleno Costanera Center, para entender por qué este rooftop se ha convertido en un secreto a voces entre quienes buscan una experiencia distinta en la capital.
A más de 120 metros de altura, el espectáculo comienza apenas uno pisa la terraza: una vista abierta a la ciudad, con la cordillera de los Andes de fondo, que en los días despejados se roba toda la atención. Pero no hay que dejarse llevar solo por el paisaje. Aquí la coctelería también brilla.
La carta de tragos combina ingredientes chilenos, técnica y creatividad. Hay reinterpretaciones de clásicos, preparaciones frescas con frutas de estación y algunas sorpresas que cambian cada temporada. Todo pensado para acompañar el atardecer o una noche de celebración con buena música y el mood perfecto.
La cocina sigue la misma línea: platos para compartir, sabores mediterráneos, mariscos, quesos y toques que recuerdan que estamos en Santiago, pero con espíritu viajero. Ideal para picar algo sin apuro mientras el cielo se tiñe de colores y las luces de la ciudad comienzan a encenderse.
Luna Bar no pretende ser pretencioso. Su encanto está en el equilibrio: elegante, pero relajado; sofisticado, pero sin excesos. Y si el frío es lo que te detiene, no hay problema: estufas radiantes en cada mesa te ayudarán a olvidar por completo las bajas temperaturas.
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