
Hace poco fuimos a conocer Sbarro, la cadena neoyorquina que llegó a Santiago con su famoso estilo de pizza por porción, y salimos satisfechos y sonrientes.
El local que visitamos está en Avenida Príncipe de Gales, dentro de una Copec, bien pensado para el público que busca algo rico y rápido. Tiene un mostrador lleno de pizzas enormes y varias mesas para sentarse sin complicaciones. Acá uno pide en caja, elige la porción (o la pizza entera si se anima) y a comer.
Un punto que merece aplausos son los horarios: se puede pedir pizza en el local hasta las 22 horas, ideal para una cena sin apuro, y después el delivery funciona hasta las 4 de la mañana. Perfecto para antojos nocturnos, carretes o turnos de madrugada.
Pedimos cuatro variedades de pizza y un stromboli de queso y jamón para no quedarnos con la duda.
- Pizza rellena: probablemente la más contundente. Dos capas de masa con mucho queso y salsa, más la cobertura gratinada encima. Se siente casi como una lasaña de pizza. Para fanáticos del queso derretido.
- Pepperoni: la clásica infalible y la estrella de la carta. Su salsa de tomate San Marzano al estilo italiano le da un sabor profundo y ligeramente dulce, equilibrado con queso 100% mozzarella y abundantes rodajas de pepperoni con ese toque ahumado inconfundible. Es un slice XXL que realmente sabe a Nueva York en cada mordida.
- Cuatro quesos: la sorpresa del día. Cremosa y salada en el buen sentido, con el queso bien distribuido. Sin excesos de grasa, pero con la capa generosa que uno espera.
- Cuatro Carnes: la opción para carnívoros declarados. Pepperoni, salchicha, jamón y carne molida bien condimentada. Cada mordida tiene sabor intenso y combina muy bien con la salsa y el queso.
El stromboli de jamón queso fue la guinda de la visita: masa delgada y dorada por fuera, con un relleno cremoso y un toque salado perfecto para compartir (o no compartir, en nuestro caso).
Además, hay refill de bebida, así que uno puede comer con calma y repetir sin culpa. En resumen, Sbarro ofrece lo que promete: porciones gigantes al estilo neoyorquino, servicio rápido y precios razonables para comer ahí mismo o llevar.
Es una parada perfecta para un almuerzo rápido, una cena sin complicaciones o incluso un delivery bien nocturno. Nosotros ya estamos planeando volver.
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